La fresa (Fragaria x ananassa) es una especie arbustiva frutal muy apreciada por sus sabrosos frutos. Las plantas de fresa tienen una gran plasticidad ecológica, cultivándose con éxito en muchas zonas geográficas y en diferentes condiciones ambientales. La fresa es una especie rentable y rápida (da frutos en el primer año tras la plantación). Los principales problemas son el elevado carácter perecedero de los frutos y los elevados costes de recolección. Los frutos tienen un alto valor nutritivo. Se recomiendan en caso de enfermedades hepáticas, hipertensión, anemia, astenia, convalecencia y curas de desintoxicación. Contienen sodio, potasio, proteínas, magnesio, hierro, calcio y vitaminas (A, D, C, B6, B-12).

Las principales enfermedades de las plantas de fresa

VIRUS

Virus de las manchas anulares latentes de la fresa

Este virus ataca a varias especies de plantas leñosas y herbáceas. Las plantas atacadas se estancan en su crecimiento y muestran manchas amarillas en las hojas. La enfermedad se transmite a través de nematodos y material de plantación infectado.

Medidas de prevención y control:

• uso de material de plantación sano;
• desinfección del suelo (especialmente si se ha señalado la presencia de nematodos).

Virus del moteado de la fresa

Aparecen manchas de decoloración en las hojas, dispuestas a lo largo de las venas. Con el tiempo, las venas también se decoloran y las hojas se enrollan. Este virus lo transmiten los pulgones.

Medidas de prevención y control:

• cultivo de variedades e híbridos de fresa resistentes;
• vigilar la población de pulgones y mantenerla bajo control (con insecticidas específicos).

MICOPLASMOSIS

Micoplasma de la fresa

Los pétalos se vuelven verdes y los elementos florales se transforman en formaciones parecidas a hojas. Las hojas jóvenes tienen un aspecto clorótico, están poco desarrolladas y se retuercen hacia el haz. Además, los frutos pueden transformarse en órganos vegetativos. Las plantas afectadas se secan prematuramente. Esta enfermedad vive en especies de malas hierbas (por ejemplo, correhuela, cuscuta) y es transmitida por algunas especies de saltamontes.

Medidas de prevención y control:

• inspección cuidadosa del material de siembra antes de plantar;
• aplicación de insecticidas para controlar la población de insectos.

BACTERIOSIS

Mancha angular de la hoja de la fresa (Xanthomonas fragariae)

También se conoce como «tizón foliar de la fresa» o «colapso vascular de la fresa». Como sugiere su nombre común, en las hojas aparecen manchas angulosas de color marrón negruzco, delimitadas por nervaduras. Las manchas se agrandan con el tiempo y se fusionan, destruyendo toda la superficie de las hojas. En condiciones de alta humedad, se forma una capa viscosa en la superficie de las manchas, que representa el exudado bacteriano. Los tejidos atacados se destruyen y se desprenden de la planta. La bacteriosis permanece en los restos vegetales de la superficie del suelo y se transmite a través del exudado bacteriano.

Medidas de prevención y control:

• recoger y quemar los restos vegetales de la superficie del suelo;
• tratamientos químicos con fungicidas a base de cobre.

MICOSIS

Mancha foliar de la fresa (Mycosphaerella fragariae)

También se conoce como «tizón foliar de la fresa». En las hojas aparecen pequeñas manchas de color blanco grisáceo con un borde morado. Más tarde, aparece una pelusa blanquecina en la superficie de las manchas, que representa la fructificación del hongo. Los tejidos atacados se necrosan con el tiempo y las hojas se deforman. La enfermedad aparece con frecuencia en plantaciones no tratadas.

Medidas de prevención y control:

• cultivo de variedades resistentes de fresa;
• eliminación de hojas viejas y poco sanas;
• tratamientos químicos con fungicidas específicos.

Oídio de la fresa (Sphaerotheca alchemillae)

Este hongo ataca todos los órganos aéreos de la planta. En los órganos infectados aparece un fieltro blanco. Este fieltro se vuelve polvoriento cuando emerge la fructificación del hongo. Las hojas y los frutos atacados quedan pequeños y deformes. Así, la planta se debilita y los frutos pierden su valor estético y comercial.

Medidas de prevención y control:

• evitar los sistemas de riego por aspersión;
• eliminación de hojas y frutos atacados del cultivo;
• tratamientos químicos con fungicidas específicos.

Moho gris (Botrytis cinerea)

La enfermedad surge en las hojas desde la base de la planta. Si la humedad es elevada, puede pasar a los frutos y las inflorescencias. Los órganos atacados se cubren de moho gris y con el tiempo se pudren. La enfermedad evoluciona rápidamente y puede destruir los frutos. También puede propagarse a las plantas vecinas.

Medidas de prevención y control:

• eliminación de las plantas atacadas del cultivo;
• cultivo de variedades resistentes de fresa;
• tratamientos químicos con fungicidas específicos.

Podredumbre del rizoma de la fresa (Phytophthora cactorum)

Este hongo ataca todos los órganos de la planta, pero los síntomas evidentes se manifiestan en los órganos aéreos. Así, los frutos verdes se endurecen, y los que han alcanzado la madurez adquieren un color rosado y tienen un sabor amargo. En condiciones de elevada humedad, altas temperaturas y falta de ventilación, aparece una pelusa blanquecina en la superficie del fruto, que representa la fructificación del hongo. Si se hace una sección en el tallo de la fresa a ras de suelo, se observa la médula esponjosa de color marrón rojizo.

Medidas de prevención y control:

• eliminación de las plantas afectadas del cultivo;
• tratamientos químicos preventivos con fungicidas específicos.

Quemadura de la hoja de la fresa (Diplocarpon fragariae)

También se conoce como «mancha foliar de la fresa». Aparecen pequeñas manchas circulares en las hojas de las plantas de fresa. Las manchas tienen un color rojizo-púrpura y pueden estar aisladas o unidas. La enfermedad progresa y los tejidos afectados se necrosan y se vuelven grises. Tras el ataque, la capacidad de fotosíntesis de la fresa se reduce y la producción de fruta es menor. Esta enfermedad puede confundirse con la mancha foliar de la fresa (Mycosphaerella fragariae).

Medidas de prevención y control:

• cultivo de variedades resistentes de fresa;
• eliminación de hojas viejas y enfermas;
• tratamientos químicos con fungicidas específicos.

Podredumbre blanda (Rhizopus stolonifer)

Esta enfermedad también se conoce como «podredumbre del bulbo», «podredumbre de la fruta» o «podredumbre postcosecha». El hongo puede atacar a la fruta después de la cosecha, durante el transporte o el almacenamiento. Aparece moho en la superficie de la fruta, acompañado de formaciones circulares negras, que representan la fructificación del hongo. Esta enfermedad se propaga rápidamente y puede destruir cantidades importantes de fruta.

Medidas de prevención y control:

• se utilizará un envase limpio y desinfectado;
• se garantizará la ventilación del aire en los almacenes;
• durante el transporte y el almacenamiento, la temperatura se mantendrá en valores bajos;

Mancha foliar producida por Dentrophoma obscurans

El ataque se produce desde la primavera hasta el otoño, en todos los órganos aéreos, siendo los síntomas más frecuentes en las hojas. En las hojas aparecen manchas de color marrón púrpura, de forma irregular. Con el tiempo, las manchas se agrandan y se vuelven marrones, y las hojas se secan y caen prematuramente.

Medidas de prevención y control:

• cultivo de variedades e híbridos de fresa sanos y resistentes;
• evitar el riego excesivo;
• destruir las hojas afectadas (quemándolas);
• tratamientos químicos con fungicidas.

Marchitez por Verticillium (Verticillium dahliae)

Los primeros síntomas son el marchitamiento de las hojas de la base. Gradualmente, el marchitamiento se expande y cubre toda la planta. En caso de inspección cuidadosa, se puede observar el sistema radicular destruido.

Medidas de prevención y control:

• tratamientos químicos aplicados al suelo con fungicidas específicos.

Deficiencias nutricionales en el cultivo de la fresa

Además de los síntomas causados por las enfermedades, las plantas de fresa pueden presentar diversos síntomas debidos a la falta de elementos nutritivos. Estos trastornos son difíciles de identificar, pero influyen mucho en la producción. En este sentido, se recomienda aplicar fertilizantes en las fases de desarrollo específicas, cuando las plantas necesitan nutrientes.

En el suelo o en las partes aéreas de las plantas tienen lugar distintos procesos de desarrollo. Por ello, se recomienda utilizar distintos métodos de fertilización (por riego, foliar, etc.). Además, la fertilización debe garantizar un equilibrio entre los órganos de la planta. Se recomienda la aplicación de abonos complejos, como NPK o NPK + microelementos.

Si se establece una plantación de fresas sin realizar los trabajos agrotécnicos (arado, etc.), se recomienda aplicar 40 t/ha de estiércol bien fermentado o 400-500 kg/ha de abono complejo de tipo NPK. La cantidad de fertilizantes debe estar en correlación con las características del suelo y el suministro, determinado mediante un análisis del suelo. También pueden aplicarse hormonas de enraizamiento, justo después de la plantación.

Para ayudar a las plantas en el proceso de recuperación tras el período de fructificación, se recomienda aplicar abonos de tipo NPK en otoño. Así, pueden aplicarse unos 70 kg/ha de abono complejo NPK a finales de agosto, completados con unos 50 kg/ha del mismo abono a mediados de septiembre.

En primavera, las plantas pueden beneficiarse de un aporte de nutrientes para empezar a crecer rápidamente. La fertilización al inicio del período vegetativo aumenta la resistencia frente a enfermedades y plagas y estimula la floración. Se recomienda aplicar 150 kg/ha de abono complejo NPK, acompañado de un abono foliar con microelementos.

Fenofase de floración

Con la aparición de las primeras flores, las plantas de fresa consumen la mayor cantidad de microelementos durante el período vegetativo. Por este motivo, en el período comprendido entre la floración y la maduración de los frutos, se puede realizar una fertilización foliar 3-4 veces, a intervalos de aproximadamente 10 días, en función del producto elegido. Cuando aparecen las primeras flores, se recomienda aplicar un abono a base de boro. El boro es un elemento que circula con fuerza por la planta, ayudándola en el transporte de azúcares a través de los distintos órganos. Además, estimula la formación de un mayor número de frutos.

Fenofase del cuajado del fruto

Al principio de esta fase de desarrollo, las fresas necesitan una mayor cantidad de calcio. Por lo tanto, en este momento puede aplicarse un producto a base de calcio. El calcio tiene un papel estructural en las paredes celulares y reduce el fenómeno fisiológico de la caída prematura de los frutos. Además, los frutos se vuelven más resistentes a la manipulación y el almacenamiento.

Fenofase de envero (inicio de maduración del fruto)

Es un momento importante que hay que tener en cuenta a la hora de establecer la tecnología de fertilización. En esta fase, las plantas necesitan una mayor cantidad de magnesio, el principal elemento de la clorofila. Este elemento participa en el metabolismo de la planta y determina la acumulación de azúcares, carbohidratos, proteínas y vitaminas. Así, los frutos serán más grandes, resistentes y sabrosos.

Fenofase de cosecha (fenofase de maduración)

Esta fase de desarrollo es la última del período de fructificación de las plantas de fresa. En esta fase se recomienda aplicar abonos foliares a base de potasio. Este elemento aumenta el peso del cultivo, la maduración uniforme del fruto y mejora el aroma de la fruta.

Las principales plagas de las plantas de fresa

Nematodo de la fresa (Aphelenchoides fragariae)

Tiene entre 6 y 8 generaciones al año e inverna como adulto en el interior de las plantas afectadas y en el suelo. Migra a través de las gotas de agua, penetra en las plantas y vive en su interior, alimentándose del jugo celular. Tras el ataque, los brotes florales se engrosan y ramifican. El crecimiento de las hojas jóvenes se reduce. Las flores y los frutos atacados permanecen sin desarrollar y a veces se deforman.

Medidas de control:

• cultivo de variedades resistentes de fresa;
• utilización de material de plantación sano;
• desinfección del suelo con productos específicos.

Ácaro de la fresa (Tarsonemus fragariae)

Tiene entre 5 y 8 generaciones al año y las hembras pasan el invierno en la base de la roseta de hojas de fresa. En primavera, las hembras se alimentan de las hojas jóvenes y luego ponen sus huevos en las hojas. Tras la eclosión, las larvas colonizan los órganos de la planta y se alimentan de ellos. Tras el ataque, las plantas se debilitan y pueden secarse en 1-2 años.

Medidas de control:

• cultivo de variedades resistentes de fresa;
• utilización de material de plantación sano;
• tratamientos químicos con productos específicos.

Gorgojo de la fresa (Anthonomus rubi)

Tiene una generación al año y pasa el invierno bajo las hojas o en la capa superficial del suelo. En primavera, los adultos se alimentan de los brotes vegetativos y florales, y después de las hojas jóvenes. Las hembras ponen sus huevos en los botones florales agrandados y las larvas consumen su contenido. Los adultos y las larvas causan los mayores daños.

Medidas de control:

• recogiendo hojas caídas de la plantación;
• tratamientos químicos con insecticidas específicos.

Trips

Los trips son pequeños insectos, difíciles de ver a simple vista, que atacan a un gran número de plantas cultivadas o árboles frutales. Colonizan las puntas de crecimiento, las flores, las hojas, provocando aborto de flores y crecimiento estancado de plantas.

Medidas de control:

• tratamientos con insecticidas específicos;
• el uso de trampas adhesivas.

Pulgones

Los pulgones son especies polífagas que migran de una planta a otra o de una especie a otra. Producen daños tanto en la flora espontánea como en las especies cultivadas. Suelen formar una colonia en el envés de las hojas, flores o inflorescencias. Los insectos pican los órganos de la planta y chupan el jugo celular. Un ataque severo causa estrés a la planta y reduce su resistencia a las enfermedades.

Medidas de control:

• tratamientos con insecticidas específicos.

Salivazo de los prados (Philaenus spumarius)

También se conoce como «salivazo europeo», «salivazo del cuco» o «salivazo común». Los insectos colonizan las plantas y se alimentan del jugo celular. Las ninfas segregan una sustancia espumosa que protege a las larvas durante su desarrollo. Tras el ataque, las hojas permanecen pequeñas y la planta no crece con normalidad.

Medidas de control:

• tratamientos químicos con insecticidas de amplio espectro, autorizados para el cultivo de la fresa.

Babosa gris del campo (Deroceras agreste)

Es una especie polífaga que ataca a muchas especies de flores, hortalizas, vides, arbustos y árboles. Causa daños durante los períodos húmedos, destruyendo el aparato foliar de la planta.

Medidas de control:

• tratamientos químicos con productos específicos.