El membrillero (Cydonia oblonga) es un arbusto que ocupa un lugar importante en el cultivo de árboles frutales, debido a las propiedades tecnológicas del fruto, así como a la adaptabilidad de la especie. Los frutos del membrillero son ricos en sustancias gelificantes, por lo que son populares para hacer mermelada, aunque también se consumen frescos. Además, tienen mayor capacidad de almacenamiento que las manzanas o las peras.

Particularidades de cultivo y fructificación

El sistema radicular es poco profundo y ramificado lateralmente. El tronco es retorcido y forma varios tallos en la base del tronco. La copa es gruesa, con ramas largas. Florece tarde después de empezar a crecer.

Las flores del membrillero se forman en la parte superior de las ramitas de crecimiento. No se sobrecarga de frutos y no le afecta la fructificación alternante. El membrillero es un árbol precoz. Empieza a fructificar 2-3 años después de la plantación y tiene una gran capacidad de rendimiento.

Requisitos climáticos y edafológicos

El membrillero es una especie exigente en calor, que prefiere zonas con veranos cálidos e inviernos más suaves, así como lugares más abrigados. Si están bien preparados para pasar el invierno, los árboles pueden soportar temperaturas de hasta -27°C. Durante la temporada de crecimiento, el membrillero puede verse afectado por temperaturas inferiores a -1°C. Debido a su sistema radicular poco desarrollado, el árbol necesita grandes cantidades de agua.

Crece bien en zonas con 600-650 mm de precipitaciones al año, pero puede tolerar la sequía y el exceso de agua. Los membrilleros deben plantarse en terrenos donde reciban luz. De lo contrario, las ramas se marchitarán y el potencial productivo disminuirá. Crecen bien en todo tipo de suelos.

Preparación del suelo

La parcela en la que se establecerá el huerto debe tener orientación sur y las hileras deben estar orientadas de norte a sur. Esto proporciona una gran cantidad de luz durante el día. El suelo debe labrarse con al menos tres meses de antelación y, si el huerto se instala en un terreno que ya ha sido utilizado como huerto, el suelo debe prepararse con 1-2 años de antelación. Si el suelo está muy infestado de malas hierbas, puede fumigarse con productos específicos.

La tierra debe abonarse con abonos orgánicos (estiércol, compost). Se recomienda escarificar el suelo para que las raíces puedan crecer con facilidad. Toda la materia extraña del suelo debe recogerse y retirarse de la parcela. Para una plantación precisa, se puede marcar la tierra con piquetes. El piqueteado es el proceso de marcar la posición de cada árbol en el terreno, es decir, se inserta una estaca en el lugar de plantación.

Época de plantación

La mejor época para la plantación es el otoño, a finales de octubre. Dependiendo del sistema de cultivo elegido, para el sistema clásico la distancia es de 5x4m, y para el sistema intensivo de 4×2m. Los plantones deben adquirirse en viveros o huertos frutales autorizados. Para obtener resultados buenos y constantes, se recomienda plantar 2-3 variedades de membrillero para la polinización cruzada. En un sistema doméstico, puede plantarse asociado a un manzano o un peral.

Recorte de raíces

Para estimular el desarrollo de las raíces, hay que recortarlas. La operación se realiza para eliminar las partes dañadas y mantener un sistema radicular sano. Las raíces necróticas deben eliminarse por completo, y las sanas, acortarse 7-8 cm. El recorte debe realizarse sólo si los arbolitos se han extraído recientemente del suelo. Tras el recorte, las raíces pueden remojarse. El enlodado consiste en colocar las raíces en una mezcla de tierra amarilla, estiércol fresco y agua. La función de la capa de barro es garantizar una mayor humedad alrededor del sistema radicular. El barro debe tener la consistencia de la crema agria. Si los plantones de membrillero han sido transportados largas distancias, colóquelos en un recipiente con agua durante 2 horas. Esta operación tiene por objeto rehidratar las raíces.

Plantación efectiva

Esta fase comienza con la excavación de la fosa. Si la tierra no se ha trabajado antes de la plantación, la fosa debe cavarse 2-3 meses antes con las siguientes dimensiones: 100 x 100 x 80 cm. Si el terreno se ha trabajado correctamente, la fosa puede excavarse 1-2 días antes o incluso el mismo día. En este caso, la fosa tendrá las siguientes dimensiones 50 x 50 x 50 cm.

En el fondo del hoyo, añade una mezcla de tierra vegetal fértil y estiércol bien descompuesto. Introduzca el arbolito en el hoyo de forma que la raíz quede sobre la capa fértil de la base. Una vez cubiertas las raíces con 10 cm de tierra, realice el primer apisonado (desde el borde hacia el centro). Al plantar, las raíces deben estar en estrecho contacto con la tierra. La profundidad de plantación debe calcularse de forma que el punto de injerto quede a 3-4 cm del suelo. Además, los plantones de membrillero pueden cubrirse con materiales de protección contra roedores.

Trabajos de cuidado

En la primera primavera, hay que proporcionar el agua necesaria y, en los huertos jóvenes, el riego es obligatorio. Alrededor de los árboles, el suelo debe cavarse superficialmente, regarse abundantemente y cubrirse con restos vegetales (mantillo). El acolchado mantiene un buen estado fitosanitario, impide el desarrollo de malas hierbas, conserva el agua en el suelo y reduce el número de trabajos de mantenimiento. El espacio entre los árboles debe mantenerse limpio, ya que las malas hierbas consumen el agua y los nutrientes que necesitan los árboles. No deben utilizarse herbicidas durante los tres primeros años de vegetación.

Poda

La poda de los membrilleros debe realizarse todos los años. La poda marca la diferencia entre un árbol productivo y un árbol problemático. Principalmente, deben garantizar:

• equilibrio entre crecimiento y fructificación;
• corona sencilla y equilibrada;
• calidad del rendimiento;
• ramificación lateral de la copa.

En la primera primavera tras la plantación, acorte el árbol a 80 cm del nivel del suelo. Una vez que los brotes hayan empezado a crecer, hay que eliminar todo el crecimiento de hasta 50 cm. En verano, cuando las ramitas midan 20-30 cm, elija 3-4 (brotes) para formar una copa. Las ramitas seleccionadas deben estar distribuidas uniformemente en el árbol y tener un ángulo de inserción cercano a los 90 grados. Retire las ramitas que no se hayan elegido para formar la futura copa.

En el segundo año de vegetación, elija 3-4 ramitas. Si las ramas no crecen uniformemente, acórtelas a 50 cm. El corte debe realizarse por encima de un brote orientado hacia el exterior. Si las ramas crecen uniformemente y no superan los 60 cm, no las acorte. Elimine todos los brotes hasta una altura de 50 cm. Deben eliminarse las ramitas que compiten con las ramas principales, así como las que crecen en el tronco. Deje sólo los brotes que prolongan las ramas principales.

En el tercer año de vegetación, el objetivo es consolidar la estructura de la copa. La poda debe garantizar la ventilación e iluminación de la copa. Todos los años deben eliminarse los brotes de agua y los de crecimiento vertical. El membrillero no sufre de sobreproducción. Por este motivo, no se realiza poda de normalización de frutos.

Cambiar la posición de las ramas

Para determinar el crecimiento y la fructificación, se pueden realizar una serie de operaciones para cambiar la posición de las ramas.

Formación de ramas: representa el cambio de posición natural de las ramas, hacia la vertical. Esto hace que la rama crezca y se fortalezca. Esta operación debe realizarse principalmente en la fase madura de los árboles. En esta fase, el crecimiento vegetativo cesa y esta operación conduce al rejuvenecimiento de la copa del árbol.

Atado de ramas: consiste en cambiar la posición de las ramas, hacia la horizontal. Esto provoca el crecimiento de las yemas fructíferas de la rama y airea la copa. Las ramas pueden atarse por debajo de la horizontal para obtener una fructificación abundante. Esta operación se practica en la fase joven de los árboles, cuando predomina el crecimiento vegetativo.

Arqueo de las ramas: mediante este cambio de posición, la parte basal permanece ascendente y la parte terminal se inclina por debajo de la horizontal (descenso). Esta operación detiene o ralentiza el crecimiento en longitud de la rama y favorece el crecimiento de las yemas. Los árboles que se han arqueado empiezan a dar fruto 2-3 años antes.

Control de malas hierbas

Mantenga limpio el intervalo entre hileras, ya que las malas hierbas compiten con los árboles por el agua y los nutrientes del suelo. Por ello, hay que eliminarlas con una desbrozadora para añadir materia orgánica al suelo. Sin embargo, la solución más práctica es utilizar herbicidas. Se recomienda utilizar herbicidas aprobados para membrilleros.

Pulverice la solución con cuidado para que los vapores del herbicida no lleguen a las hojas del árbol. No deben utilizarse herbicidas durante los tres primeros años tras la plantación.

Proteger los árboles de las heladas

Cuando se anuncian bajas temperaturas, en el huerto se pueden quemar fácilmente materiales (reunidos en montones) que producen una gran cantidad de humo (caucho, paja, estiércol, alquitrán, turba, etc.). De este modo, la capa de humo que se forma por encima del huerto no permite que el calor se libere del suelo y mantiene así una temperatura más alta a nivel del tronco/copa de los árboles. Es muy importante mantener el fuego encendido durante toda la noche, especialmente antes del amanecer, cuando las temperaturas descienden bruscamente. Esta operación puede proteger a los árboles de temperaturas de hasta -3 °C.

Fertilización

El membrillero reacciona bien a la aplicación de abonos orgánicos, pero prefiere dosis más bajas que el peral o el manzano. Una vez cada 2 años, aplique estiércol. Si no se dispone de estiércol, puede sustituirse por abono complejo NPK, aplicado anualmente. Tras la fertilización, el suelo debe labrarse a una profundidad de 20-30 cm. El membrillero también reacciona bien a los fertilizantes foliares.

Riego

El riego es obligatorio en los huertos jóvenes y en las zonas con déficit de precipitaciones. Los mejores resultados se obtienen con el riego por surcos y por goteo. Esto reduce la incidencia de enfermedades foliares. El riego puede realizarse siempre que sea necesario.

Control de plagas y enfermedades

El estado fitosanitario de la plantación es muy importante. La realización de tratamientos fitosanitarios según un calendario específico puede reducir significativamente la aparición de enfermedades y plagas.

Para destruir los focos de infección en el huerto, aplique los tratamientos durante el período de reposo vegetativo (otoño-invierno). Los tratamientos también pueden aplicarse en las ventanas de invierno, cuando la temperatura es superior a 5 °C.

Contra las enfermedades, el primer tratamiento (tras la caída de las hojas) debe realizarse con productos a base de cobre. La segunda pulverización con productos a base de cobre debe realizarse en primavera, en el momento de la brotación. La solución debe pulverizarse por todo el árbol, desde la base hasta las ramas. Estos tratamientos deben aplicarse en días sin precipitaciones, con temperaturas superiores a 6-7° C, para que la solución no se congele en los árboles.

7-10 días después de aplicar los tratamientos con cobre, se puede aplicar aceite hortícola, que actúa contra las plagas que pueden invernar en la corteza del árbol.

Cosecha

Los membrilleros maduran a finales de septiembre, y el momento óptimo de recolección se reconoce de la siguiente manera: si al limpiarlos se desprende la pelusa, el membrillero puede recolectarse. Si se recolecta demasiado pronto, la pelusa sólo puede retirarse con la piel. En general, la operación debe realizarse con cuidado.

Además, no hay que romper las ramas en las que está sujeta la fruta. En estas ramas hay pequeños brotes, que formarán flores y hojas la primavera siguiente. Los membrilleros tienen una buena capacidad de almacenamiento. A temperaturas de 4-5 °C y una humedad relativa (del aire) del 85%, pueden almacenarse durante 2-3 meses.