Lechuga, información sobre la tecnología de cultivos

Publicado en: enero 1, 2024 Modificado el: 1 mayo 2024

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La lechuga (Lactuca sativa) se cultiva por sus hojas, que se consumen frescas, ricas en vitaminas y minerales. La lechuga se cultiva mejor en primavera y otoño. Así se garantiza el consumo de verduras frescas durante este período. También puede cultivarse con éxito en invierno, si las condiciones de temperatura son adecuadas, y en verano, cuando se utilizan híbridos para su crecimiento durante este período.

La planta es originaria de Rusia, Europa central y meridional, y actualmente se cultiva en todos los países. La gran diversidad de variedades, formas y colores hace de la lechuga un ingrediente básico en las recetas de ensaladas.

La raíz es pivotante, con numerosas ramas laterales. Las hojas son características en forma y color según la variedad o el híbrido cultivado, pecioladas cortas, con márgenes lisos o dentados. El tallo floral aparece a los 50-60 días de la siembra, es ramificado y lleva un capítulo en forma de cabeza. El fruto es un aquenio, de diferentes colores.

Requisitos climáticos y de suelo
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La lechuga no es pretenciosa en cuanto a la temperatura durante la fase de germinación, siendo 2-3 ℃ suficiente para que las plantas broten.

Además, las plantas jóvenes con 4-5 hojas son resistentes y pueden soportar temperaturas negativas, ya que la lechuga pasa el invierno en la fase de roseta. La temperatura óptima de crecimiento y desarrollo para esta especie es de 16℃. Las necesidades de luz de la lechuga son bajas. Se puede cultivar en estaciones con menor radiación lumínica o como planta de compañía con otras especies (rábano, cebolla de verdeo, etc.). Prefiere suelos ricos en humus, bien drenados y con buena capacidad de retención de agua. Crece bien en suelos con un pH ligeramente ácido o neutro.

Cultivo

Rotación de cultivos

Los mejores rendimientos de lechuga se obtienen con cultivos abonados con materia orgánica y que dejan el suelo libre de malas hierbas. Debido a su corto período vegetativo, puede cultivarse en un sistema de cultivos sucesivos, antes o después de un cultivo básico (tomates, berenjenas, pimientos, pepinos). También puede cultivarse con cebollas de verdeo, rábanos, ajos tiernos, cebolletas, etc.

Preparación del suelo

Puede hacerse en otoño o en invierno, dependiendo de cuándo esté establecido el cultivo. Los fertilizantes orgánicos y químicos pueden aplicarse antes de arar. Antes de establecer el cultivo mediante siembra o plantación de plántulas, debe labrarse la tierra. Además, se puede aplicar un herbicida preemergente si el suelo está infestado de semillas de malas hierbas.

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Establecimiento de cultivos

El cultivo de la lechuga se establece plantando plantones o sembrando semillas. Para la siembra directa, el suelo debe labrarse a fondo y la humedad del suelo debe mantenerse constante para una germinación uniforme. La temperatura del suelo, en este caso, debe ser superior a 3 ℃. La plántula puede producirse en semilleros calientes, semilleros o invernaderos. Cuando las plantas tienen 2-3 hojas verdaderas bien desarrolladas, se pueden trasplantar a macetas o bandejas alveolares, donde se mantienen hasta la siembra. Las plántulas pueden abonarse con estimuladores del enraizamiento.

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Para prolongar el período de cosecha, la siembra puede hacerse por etapas. Las plántulas se plantan en el campo cuando tienen 25-30 días y 4-5 hojas verdaderas, y las condiciones climáticas son óptimas. Antes de plantar, las plántulas deben regarse bien para hidratarlas adecuadamente.

Para la plantación, pueden utilizarse distancias de 30 cm entre hileras y de 25-30 cm entre plantas por hilera, dependiendo de la variedad. La lechuga puede cultivarse durante todo el año si se utilizan variedades acordes con la estación y las condiciones ambientales.

Tras la plantación, se puede aplicar el riego y, al mismo tiempo, utilizar fertilizantes para estimular el enraizamiento. En el siguiente riego, se puede aplicar abono para mejorar la fertilidad y la estructura del suelo y crear mejores condiciones de absorción radicular.

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Control de plagas y enfermedades

Se realiza aplicando tratamientos con fungicidas o insecticidas autorizados. Para evitar la aparición de enfermedades o plagas resistentes a los plaguicidas, se recomienda alternar los productos.

Control de malas hierbas
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Para controlar las malas hierbas y mantener temperaturas del suelo más elevadas, las plantas pueden cubrirse con una lámina de polietileno para garantizar una humedad constante del suelo.

Riego

Se lleva a cabo con la frecuencia necesaria, en función de los factores ambientales y la tecnología de cultivo, para que las plantas se beneficien de cantidades de agua moderadas pero constantes. El riego por goteo es el método de gestión del agua más recomendado para la lechuga.

Fertilización

Puede hacerse a través del sistema de riego, con fertilizantes equilibrados en las primeras fases de crecimiento. Después de que las plantas empiecen a formar cabezas, pueden aplicarse fertilizantes específicos.

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Para ayudar a las plantas a superar los períodos de estrés, puede realizarse una fertilización foliar y radicular con abonos específicos. Los abonos radiculares pueden aplicarse para mejorar la estructura del suelo y la absorción radicular.

Cosecha
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La lechuga se cosecha cortando las cabezas cuando han alcanzado el tamaño deseado, en tiempo fresco y seco. También puede cosecharse mecánicamente. Tras la cosecha, se retiran las hojas dañadas o secas. Los cogollos pueden almacenarse en lugares frescos y conservarse hasta 10-12 días en atmósfera controlada.

Particularidades del cultivo de lechugas en zonas protegidas

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El establecimiento del cultivo se realiza exclusivamente mediante plantones, producidos en espacios destinados a este fin. Puede realizarse en cualquier época del año. La diferencia es que en los invernaderos y los semilleros, las plantas disponen de condiciones óptimas para crecer durante más tiempo en la época fría. En este caso, se eligen variedades e híbridos para cultivarlos en la estación deseada.

Las labores de establecimiento y cuidado del cultivo son similares a las del cultivo en el campo. En las zonas protegidas, para aprovechar mejor el espacio, en función de la variedad cultivada, se pueden reducir las distancias de plantación (25 × 25 cm).

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