El cerezo (Prunus avium) se cultiva desde la antigüedad por sus deliciosos frutos. Las cerezas son la primera fruta fresca que aparece en primavera. El árbol desarrolla una raíz fuerte, el tallo es recto, con una corteza lisa que se exfolia. Las hojas son grandes, ásperas y con bordes dentados. Las flores son blancas, de largos pedúnculos. Los frutos tienen un alto valor nutritivo. Contienen agua, vitaminas (A, C, complejo B), hierro, magnesio, potasio, zinc y azúcares. Los pedúnculos (los rabillos) de las cerezas tienen propiedades terapéuticas.

Particularidades de cultivo y fructificación

El crecimiento de las raíces depende de las propiedades del suelo. La parte aérea crece lentamente en los primeros años tras la plantación. Forma de manera natural coronas aireadas y bien iluminadas. Los botones florales forman inflorescencias que contienen de 2 a 4 flores. La floración tiene lugar al cabo de unos 15 días con temperaturas superiores a 8 °C. La polinización del cerezo es entomófila autoestéril. Para que la polinización se produzca con normalidad, es necesario plantar varias variedades en el huerto. Para obtener una buena cosecha, debe polinizarse el 30% del número de flores del árbol. El cerezo produce los primeros frutos al cabo de 3-4 años, y al cabo de 5-6 años alcanza el potencial de producción. Un huerto de cerezos puede dar frutos durante 30-40 años.

Requisitos climáticos y edafológicos

El cerezo es un árbol amante del calor. Crece bien en la zona de colinas pequeñas y medianas. Tiene un profundo letargo y no le afectan (muy raramente) las heladas tardías. En la fase de apertura de la flor, el cerezo soporta temperaturas de -2 °C. El cerezo crece bien en zonas donde caen 600-700 mm de precipitaciones al año. El agua estancada en el suelo provoca la asfixia de las raíces. El exceso de humedad durante la fase de maduración provoca el agrietamiento de los frutos. Es una especie amante de la luz. Se recomienda plantar en laderas con exposición sur. Los frutos son de baja calidad en terrenos sombríos, y las ramas se desprenden rápidamente. Prefiere suelos profundos, permeables y de textura ligera. No tolera los suelos pesados, húmedos y fríos.

Preparación del suelo

El terreno debe elegirse con cuidado porque el cerezo no tolera el agua estancada. La parcela en la que se establecerá el huerto debe tener una orientación sur o sureste y las hileras de árboles deben estar orientadas de norte a sur, garantizando así una gran cantidad de luz a lo largo del día. El terreno debe trabajarse de acuerdo con las normas generales. Si la plantación se establece en un terreno que se ha utilizado como huerto, el terreno debe prepararse con 1-2 años de antelación. Para restaurar la estructura del suelo y eliminar los focos de infección, el terreno puede cultivarse con gramíneas perennes. Si el terreno está muy infestado de malas hierbas, se puede aplicar un herbicida no selectivo.

El suelo debe abonarse con abonos orgánicos (estiércol, compost). Se recomienda escarificar el suelo para que las raíces crezcan con facilidad. Toda la materia extraña del suelo debe recogerse y retirarse de la parcela, tras lo cual el suelo debe nivelarse bien.

Para una plantación precisa, el terreno puede delimitarse con piquetes.

El piqueteado es el proceso de marcar la posición de cada cerezo en el suelo. Concretamente, se inserta una estaca en el lugar de plantación del árbol. Los cerezos no deben plantarse después de los cerezos, nectarinos, melocotoneros, ciruelos u otros frutales de hueso (después de 5 años).

Plantación

El mejor momento para plantar es el otoño, porque el cerezo puede empezar a crecer más fácilmente en primavera. Para garantizar la polinización, plante al menos tres variedades diferentes en filas alternas. En el sistema clásico, se pueden aplicar dos esquemas de plantación: 5 metros de distancia entre hileras y 4 metros de distancia entre árboles por hilera o 6 metros de distancia entre hileras y 5 metros de distancia entre árboles por hilera (para variedades de vigor alto). En el caso de cultivos intensivos, dependiendo del vigor de los árboles, las distancias aproximadas de plantación son de 4 metros entre filas y 2-3 metros entre árboles por fila. Los cerezos deben adquirirse en viveros o huertos autorizados.

Antes de plantar, los plantones deben prepararse para las nuevas condiciones del huerto.

Para estimular el desarrollo de las raíces, hay que recortarlas. Esta operación se realiza para eliminar las partes dañadas y mantener un sistema radicular sano. Las raíces necróticas deben eliminarse por completo, y las sanas, acortarse 7-8 cm.

El recorte sólo debe realizarse si los cerezos han sido arrancados recientemente del suelo.

Tras el recorte, las raíces deben remojarse. Embarrar significa sumergir la raíz en una mezcla de tierra amarilla, estiércol fresco y agua. La capa de barro ayuda al árbol a adaptarse a las nuevas condiciones del suelo y mantiene la humedad alrededor de las raíces.

Plantación efectiva

Esta fase comienza con la excavación de la fosa. Si el terreno no se ha trabajado, la fosa debe excavarse 2-3 meses antes y tener las siguientes dimensiones: 100 x 100 x 80 cm. Si el terreno se ha trabajado correctamente, la fosa debe excavarse 1-2 días antes o incluso el mismo día. En este caso, la fosa tendrá las siguientes dimensiones: 50 x 50 x 50 cm.

La tierra retirada de la parte superior de la fosa se mezcla con estiércol bien descompuesto y se coloca en la base de la fosa. Introduzca el plantón de cerezo en el hoyo de forma que la raíz quede sobre la capa fértil de la base. Al plantar, las raíces deben estar en estrecho contacto con el suelo. El punto de injerto debe estar a 3 cm del suelo y orientado hacia el norte. Si el punto de injerto se cubre con tierra, el injerto emitirá sus raíces. Tras la plantación, hay que regar bien la tierra y colocar un tutor junto a los plantones para sostenerlos.

Trabajos de cuidado

En primavera, se recomienda asegurar el suministro de agua necesario y mantener limpio el huerto. El suelo alrededor de los árboles debe desenterrarse y cubrirse con estiércol de paja. Además de conservar el agua, el mantillo aumenta la actividad microbiana alrededor de las raíces. En primavera, hay que retirar el material protector alrededor de los árboles y proporcionarles el agua necesaria. En el caso de los cerezos jóvenes, el riego es obligatorio. El suelo alrededor de los árboles debe cavarse ligeramente y cubrirse con restos vegetales (mantillo). El acolchado mantiene un buen estado fitosanitario, evita el crecimiento de malas hierbas, conserva el agua en el suelo y reduce el número de trabajos de mantenimiento. La separación entre árboles debe mantenerse limpia porque las malas hierbas consumen el agua y los nutrientes que necesitan los árboles. Durante los tres primeros años de crecimiento, no utilice herbicidas.

Podas

Los cerezos requieren una poda anual. Esto garantiza un rendimiento constante y la mayor duración posible de la plantación. En la primera primavera tras la plantación, todas las ramitas deben acortarse hasta 60-90 cm por encima del nivel del suelo. En otoño, elija 3 ramitas colocadas uniformemente en el árbol, que formarán el esqueleto de la futura copa, y elimine el resto del crecimiento. La ramita del eje principal debe cortarse por encima de un brote orientado hacia el exterior.

En el segundo año tras la plantación, las 3 ramitas elegidas deben acortarse hasta una altura de 1,2 m sobre el nivel del suelo. Deben eliminarse todos los brotes de agua y los crecimientos vegetativos exuberantes.

En el tercer año, elija una rama de extensión para las tres ramitas elegidas. Deben estar orientadas hacia el exterior y acortadas a una longitud de 60 cm. Deben eliminarse todos los brotes de agua que compitan con las ramas principales. Si las ramas anuales no superan los 80 cm de longitud, no deben acortarse. Las ramas anuales se acortarán (si es necesario) para normalizar la producción. Las heridas de más de 2 cm de diámetro deben cubrirse con sellador de poda.

El cerezo tolera bien las podas durante la vegetación.

En junio, deben podarse las ramitas de 20-30 cm de longitud. Esta operación estimula el desarrollo de los brotes frutales y reduce el vigor del cerezo. Tras esta operación, deben eliminarse los brotes de agua. En agosto (después de la cosecha) se puede realizar una poda según los principios básicos. Estas podas pueden sustituir a las podas durante el período de reposo vegetativo.

Tras el crecimiento de la copa (1-4 años), la poda debe reducirse. En los años siguientes (5-10) el árbol mantiene su forma y su capacidad de fructificación. Durante este período, la poda consiste en eliminar los brotes de agua, limitar la altura y eliminar las ramas que se entrecruzan. Tras 9-10 años de fructificación, el árbol necesita una poda severa para regenerarse. Elimine gradualmente las ramas de 5-6 años para estimular el desarrollo de nuevas ramas.

Estimulación de la fructificación

Estas operaciones estimulan al árbol para que produzca más frutos, fructifique más rápido o desarrolle ramitas más fuertes:

• Formación de ramas: representa el cambio de posición natural de las ramas, hacia la vertical. Esto hace que la rama crezca y se fortalezca. Esta operación debe realizarse principalmente en la fase madura de los árboles. En esta fase, el crecimiento vegetativo cesa y esta operación conduce al rejuvenecimiento de la copa del árbol.

• Atado de ramas: consiste en cambiar la posición de las ramas, hacia la horizontal. Esto provoca el crecimiento de las yemas frutales en la rama y airea la copa. Las ramas pueden atarse por debajo de la horizontal para obtener una fructificación abundante. Esta operación se practica en la fase joven de los árboles, cuando predomina el crecimiento vegetativo.

• Arqueo de la rama: mediante este cambio de posición, la parte basal permanece ascendente y la parte terminal se inclina por debajo de la horizontal (descenso). Esta operación detiene o ralentiza el crecimiento en longitud de la rama y favorece el crecimiento de las yemas. Los árboles que se han arqueado empiezan a dar fruto 2-3 años antes.

• Incisión transversal: representa la interrupción de los vasos mediante un corte fino con una cuchilla afilada. El corte debe realizarse por encima de una yema.

• Incisión longitudinal: representa un corte fino a lo largo del tronco. Esta operación ayuda a aumentar el grosor del tronco.

• Torsión: consiste en retorcer una rama o ramita. Esta operación estimula la fructificación.

• Rotura de ramas: se practica en el caso de ramas que tienen una orientación inadecuada. La fructificación se produce rápidamente en las ramas rotas.

Control de malas hierbas

El intervalo entre hileras debe mantenerse limpio. Las malas hierbas pueden cortarse con una desbrozadora para añadir materia orgánica al suelo o eliminarse químicamente. La pulverización debe realizarse con productos autorizados, con cuidado de que el aerosol no entre en contacto con las hojas de los cerezos. Durante los tres primeros años tras la plantación no se deben utilizar herbicidas.

Riego

Dado que el cerezo es una especie sensible a la humedad excesiva del suelo, el riego debe realizarse de forma que el agua no se estanque y esté en correlación con la humedad del suelo en ese momento. Los métodos de riego recomendados son el riego por goteo y el riego por microaspersión (bajo la copa del árbol).

Proteger los árboles de las heladas

Cuando se anuncian bajas temperaturas, en el huerto se pueden quemar fácilmente materiales (reunidos en montones) que producen una gran cantidad de humo (caucho, paja, estiércol, alquitrán, turba, etc.). De este modo, la capa de humo que se forma por encima del huerto no permite que se libere calor del suelo y mantiene así una temperatura más elevada a nivel del tronco/copa de los árboles. Es importante mantener el fuego encendido durante toda la noche, especialmente antes del amanecer, cuando las temperaturas descienden bruscamente. Esta operación puede proteger a los árboles de temperaturas de hasta -3 °C.

Fertilización

La aplicación de fertilizantes (dosis, proporción de elementos) debe hacerse sólo después de un análisis químico del suelo. El cerezo reacciona bien tanto a los fertilizantes granulados como a los foliares.

Control de plagas y enfermedades

El estado fitosanitario de la plantación es muy importante. La realización de tratamientos fitosanitarios según un calendario específico puede reducir significativamente la aparición de enfermedades y plagas.

Para destruir los focos de infección en el huerto, aplique los tratamientos durante el período de latencia (invierno). Los tratamientos deben aplicarse en las ventanas de invierno, cuando la temperatura es superior a 5 °C.

Contra las enfermedades, el primer tratamiento (después de la caída de las hojas) debe realizarse con productos a base de cobre. La segunda pulverización con productos a base de cobre debe realizarse en primavera, en el momento de la brotación. La solución debe pulverizarse por todo el árbol, desde la base hasta las ramas. Estos tratamientos deben aplicarse en días sin precipitaciones, con temperaturas superiores a 6-7° C, para que la solución no se congele en los árboles. 7-10 días después de aplicar los tratamientos con cobre, aplique un tratamiento con aceite hortícola, que actúa contra las plagas que pueden invernar en la corteza del árbol.

Cosecha

Las cerezas deben recolectarse cuando están completamente maduras. El momento óptimo para la recolección depende del tamaño y el color del fruto, la firmeza de la pulpa, el contenido de azúcar, etc. Si no se cosecha a tiempo, la fruta se pudrirá en el árbol. Las cerezas pueden recolectarse a mano. La fruta debe conservarse en frío y lavarse sólo antes de consumirla.