Apio, información sobre la tecnología de cultivos
Publicado en: enero 5, 2024 Modificado el: 1 mayo 2024
El apio (Apium graveolens) se cultiva por sus raíces gruesas, perfumadas y ricas en vitaminas, así como por sus hojas, que se consumen tanto frescas como preparadas. El apio tiene propiedades terapéuticas, utilizándose para tratar el reumatismo, la anemia, etc. Esta especie es originaria de la zona mediterránea y se cultiva como hortaliza, planta aromática y medicinal.
Es una planta bienal, en el primer año forma una raíz tuberosa, y en el segundo, aparece el tallo floral, que puede alcanzar los 100 cm de altura. Las hojas son vigorosas, pinnadas con lóbulos con grandes incisiones, largamente pecioladas, brillantes, de color verde oscuro. Las inflorescencias son umbelas compuestas con flores pequeñas, blancas, hermafroditas y la polinización es entomófila.
Requisitos climáticos y de suelo
La temperatura mínima de germinación del apio es de 2℃ y la temperatura óptima durante el período vegetativo oscila entre 18 y 24℃. No es una especie exigente en luz. En cambio, el apio tiene unas necesidades hídricas elevadas, sobre todo en la fase de brotación y engrosamiento de las raíces, necesitando una humedad constante en el suelo y en el aire. Prefiere suelos ligeros, profundos, fértiles y con un pH neutro. El apio responde bien a la fertilización con estiércol.
Cultivo
Rotación de cultivos
El apio puede cultivarse después del tomate, de la col, la coliflor, el pepino, la lechuga, las espinacas, los guisantes, la cebolla y el ajo verde.
Preparación del suelo
Comienza en otoño, con la retirada de los cultivos anteriores. El apio reacciona bien a los abonos orgánicos, por lo que la fertilización básica puede realizarse con estiércol bien descompuesto. Los abonos pueden incorporarse al suelo, junto con las labores de arado. Antes de plantar los plantones, hay que preparar la tierra mediante laboreo.
El cultivo puede establecerse mediante la plantación de plántulas, ya que las semillas de apio son pequeñas y necesitan muchos factores ambientales para germinar. Además, en las primeras fases de vegetación, las plantas tienen un ritmo de crecimiento lento.
Plantación
Para obtener plántulas, las semillas de apio deben tratarse antes de la siembra. Se recomienda utilizar semillas certificadas.
Las labores de siembra se realizan en semilleros calientes o en el lecho de germinación, en invernaderos y poliinvernaderos con calefacción, a una distancia de 6 cm entre hileras y de 1-2 cm entre plantas, en hilera. Siembre a partir de febrero en zonas caldeadas para plantar en abril y cosechar en verano. Los cultivos destinados a la cosecha de otoño, es decir, al almacenamiento, pueden sembrarse en marzo y plantarse en mayo, en función de la duración del período vegetativo de la variedad. Cubra las semillas con una fina capa de sustrato y asegure una humedad constante y temperaturas de al menos 16℃. En el momento de la plantación, las plántulas deben tener entre 50 y 60 días.
La plantación puede realizarse a una distancia de 60-70 cm entre hileras y a una distancia de 30 cm entre plantas, por hilera. 1-2 días antes de la plantación, se puede realizar un tratamiento con insecticida y fungicida sistémico. La plantación puede realizarse a la misma profundidad, de forma que no se cubra la punta de crecimiento de la planta. Unos días después de la plantación, se pueden rellenar los huecos con plántulas de la misma edad y variedad.
Control de plagas y enfermedades
Se realiza aplicando tratamientos con fungicidas o insecticidas autorizados. Para evitar la aparición de enfermedades o plagas resistentes a la acción de los plaguicidas, se recomienda alternar los productos.
Control de malas hierbas
Se realiza mediante la azada, una labor que también rompe la corteza, para crear las condiciones óptimas de cultivo.
Trabajos de cuidado
El riego es una labor muy importante para el cultivo del apio, siendo el sistema de riego por goteo el más recomendado. El riego debe realizarse con regularidad para mantener constante la humedad del suelo (60-70%).
La fertilización puede realizarse mediante riego por goteo utilizando fertilizantes equilibrados. Para un desarrollo óptimo de la parte engrosada, hay que garantizar el aporte de calcio y boro.
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También pueden aplicarse fertilizantes foliares en función de las necesidades de la planta y de las condiciones ambientales.
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Para ayudar a las plantas a superar los períodos de estrés, puede realizarse una fertilización foliar y radicular con productos específicos. Pueden aplicarse productos radiculares para mejorar la estructura del suelo y la absorción de las raíces.
Cosecha
La cosecha para consumo en fresco tiene lugar en agosto-septiembre. La recolección para el almacenamiento y el consumo de invierno tiene lugar en octubre-noviembre. La operación se realiza arrancando las plantas de la tierra sin romper las hojas. Las raíces de apio se dejan 1-2 días en el campo para que se sequen, luego se atan, se clasifican y se almacenan.