El ajo (Allium sativum) es una planta herbácea muy extendida perteneciente a la familia de las Liliáceas. Esta planta se utiliza ampliamente como alimento y condimento, así como en la industria farmacéutica, debido a sus propiedades. La parte más utilizada del ajo es el bulbo, formado por varios bulbillos, llamados popularmente «dientes de ajo». El ajo se introdujo en el cultivo hace 6000 años y actualmente se cultiva en todas las partes del mundo. Los cultivos de ajo pueden verse afectados por plagas y enfermedades, contra las que es importante aplicar los tratamientos adecuados.

PRINCIPALES ENFERMEDADES DEL AJO

VIRUS

Virus de las rayas amarillas del puerro

Las plantas atacadas presentan un crecimiento más lento y signos de decoloración. Las hojas se caen y muestran vetas amarillas. En caso de ataque grave, toda la planta se vuelve amarilla. En la vegetación, el virus se propaga a través de los pulgones y, de un año para otro, la transmisión de la enfermedad está asegurada por el material de plantación infectado.

Medidas de prevención y control:

• el material de plantación debe estar sano;
• cultivar variedades resistentes;
• tratamientos insecticidas para mantener bajo control las poblaciones de pulgones;

Bacteriosis

Enfermedad de la podredumbre blanda (Erwinia carotovora pv. carotovora)

La enfermedad hace su aparición al final de la vegetación. Los tallos de las plantas atacadas se desarrollan débilmente mientras aparece una podredumbre húmeda en su base. Los bulbos cambian de color y se ablandan. El ataque bacteriano continúa también en el almacén, donde los bulbos se pudren y desprenden un olor desagradable.

Medidas de prevención y control:

• fertilización equilibrada;
• rotación correcta (el ajo puede plantarse en la misma tierra después de un mínimo de 3-4 años).

Mildiú velloso (Peronospora destructor)

La enfermedad ataca a los bulbos, los tallos florales y las hojas. Los primeros síntomas aparecen en las hojas en forma de manchas alargadas, de color verde claro a amarillento, sobre las que se forma una pelusa de color gris púrpura. Los tejidos atacados se ablandan y hacen que las hojas se sequen y caigan al suelo. Las condiciones óptimas para la enfermedad son una elevada humedad del aire durante al menos 10 horas y temperaturas bajas en torno a los 12℃.

Medidas de prevención y control:

• higiene cultural;
• fertilización equilibrada;
• rotación correcta (el ajo puede plantarse en la misma tierra después de un mínimo de 3-4 años);
• tratamientos del ajo con fungicidas específicos.

Mancha púrpura (Alternaria porri)

La enfermedad se manifiesta en todos los órganos de la planta en forma de pequeñas manchas blanquecinas rodeadas de un anillo amarillo, que más tarde se vuelve marrón. En caso de ataque grave, el hongo ataca también a los bulbos. La enfermedad también puede proseguir su actividad en los almacenes si los espacios están mal ventilados y la humedad y las temperaturas son elevadas. El hongo se propaga por esporas transportadas por gotitas de agua y viento, y en invierno vive en los restos vegetales de la superficie del suelo.

Medidas de prevención y control:

• recoger y destruir los restos vegetales tras la cosecha;
• una rotación de cultivos correcta (el ajo puede volver a la misma tierra después de un mínimo de 4 años);
• cultivar variedades resistentes;
• tratamientos del ajo con fungicidas específicos.

Podredumbre del cuello (Botrytis allii)

En las hojas y los bulbos aparecen manchas circulares blanquecinas, donde se hunde el tejido. En condiciones de alta humedad, aparece una pelusa grisácea en estas manchas, donde se desarrolla el hongo esclerocio. El hongo se transmite de un año a otro a través de los esclerocios y las semillas infestadas.

Medidas de prevención y control:

• recoger y destruir los restos vegetales tras la cosecha;
• una rotación de cultivos correcta (el ajo puede volver al mismo campo al cabo de al menos 4 años);
• riego racional;
• tratamientos del ajo con fungicidas específicos.

Podredumbre blanca de la cebolla y el ajo (Stromatinia cepivora)

Es una de las enfermedades más dañinas del ajo, que aparece en primaveras con lluvias abundantes. El ataque se manifiesta por el amarilleo de las hojas exteriores al principio, seguido de las más jóvenes. Las plantas atacadas se estancan en su crecimiento. Cuando la enfermedad progresa, el tallo se pudre en la zona de la corona. Los síntomas se aprecian más claramente en el envés de la planta, donde se forma la podredumbre blanca, en la que se forman pequeños esclerocios negros. Éstos transmiten la enfermedad de un año a otro.

Medidas de prevención y control:

• recoger y destruir los restos vegetales tras la cosecha;
• una rotación de cultivos correcta (el ajo puede volver a la misma tierra después de un mínimo de 4 años);
• riego racional;
• eliminar las plantas enfermas del cultivo;
• tratamientos del ajo con fungicidas específicos.

Roya (Puccinia allii)

Los síntomas iniciales consisten en pequeñas manchas irregulares de color marrón claro o blanco en las hojas. Más tarde, estas manchas se agrandan y desarrollan las pústulas típicas de la enfermedad, de color naranja oscuro. Un ataque grave provoca la desecación de las hojas y el marchitamiento de la planta.

Medidas de prevención y control:

• eliminar las plantas enfermas de los cultivos;
• una correcta rotación de cultivos (el ajo puede plantarse en la misma tierra después de al menos 3-4 años)
• cultivar variedades resistentes;
• fertilización equilibrada;
• recoger y destruir los restos vegetales tras la cosecha;
• tratamientos químicos con fungicidas específicos.

Marchitez por Fusarium (Fusarium oxysporum f.sp. cepae)

La enfermedad se instala únicamente en los órganos subterráneos de la planta y es muy difícil de detectar. Las hojas muestran un ligero amarilleamiento de la parte superior, mientras que las raíces afectadas se vuelven rosadas y se pudren. Los bulbos enfermos muestran un ligero ablandamiento en la parte basal, pero en condiciones de alta humedad aparece una pelusa blanquecina en las zonas infectadas. Los hongos fusarium están presentes en el suelo de la mayoría de los campos y se recomienda plantar materiales de plantación resistentes o tolerantes.

Medidas de prevención y control:

• cultivar variedades resistentes;
• utilizando material de plantación sano.

Podredumbre seca (Helminthosporium allii)

Esta enfermedad provoca la aparición de manchas negras en las túnicas de los bulbos, lo que reduce el aspecto comercial de la cosecha. Los bulbillos no se ven afectados.

LAS PRINCIPALES PLAGAS DEL AJO

Trips

Son pequeños insectos, apenas visibles a simple vista, que atacan a un gran número de plantas de cultivo. Colonizan las sumidades, las flores y las hojas, provocando el aborto de las flores y el enanismo de las plantas.

Medidas de control:

• tratamientos del ajo con insecticidas específicos.

Nemátodo del tallo y del bulbo (Ditylenchus dipsaci)

Esta plaga microscópica está presente en el suelo. Ataca a las plantas de cebolla y ajo cuando las condiciones son óptimas (humedad y temperaturas elevadas). Los síntomas pueden manifestarse por la torsión de las hojas y el pardeamiento de los bulbos. Las heridas producidas por los nemátodos son puntos de entrada para otros patógenos.

Medidas de control:

• una correcta rotación de cultivos;
• cultivar variedades resistentes;
• desinfección del suelo con productos específicos.

Minador de la hoja (Liriomyza spp.)

Es una especie polífaga que ataca a casi todas las especies vegetales. Las larvas producen agallas foliares en forma de galerías minadoras. Los adultos se alimentan de las láminas foliares. Otros patógenos pueden instalarse en las heridas causadas por este insecto.

Medidas de control:

• tratamientos del ajo con insecticidas específicos.

Mosca de la cebolla (Delia antiqua)

Este insecto también ataca al ajo, tiene de dos a tres generaciones al año e hiberna en forma de pupa en la capa superficial del suelo. Los adultos emergen en primavera y ponen sus huevos bajo los bulbos del suelo, cerca de las plantas. Las larvas excavan en el tejido vegetal, donde excavan galerías para alimentarse. Varios patógenos se instalan en las heridas, lo que puede provocar la pudrición de los bulbos.

Medidas de control:

• recogida de restos vegetales tras la cosecha;
• realizar correctamente el arado de otoño;
• tratamientos durante la vegetación con insecticidas específicos.

Gusanos de alambre (Agriotes spp.)

Se trata de la fase larvaria de insectos del género Agriotes. Estas larvas atacan el sistema radicular y los bulbos de las plantas de ajo, provocando su deterioro. Se puede controlar desinfectando el suelo con productos específicos antes de plantar.