Ajo, información sobre la tecnología de cultivos

Publicado en: enero 10, 2024 Modificado el: 1 mayo 2024

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El ajo (Allium sativum ssp. vulgare) se cultiva por sus bulbos y su falso tallo, así como por las hojas que pueden consumirse frescas. Se utiliza tanto como alimento o condimento como en medicina, con numerosas propiedades. El ajo procede de especies silvestres originarias de Asia Menor, la cuenca mediterránea y Egipto, y se ha introducido en la cultura desde hace más de 6000 años. Hoy en día se cultiva en todo el mundo.

El bulbo está formado por varios bulbillos (dientes de ajo), unidos a un disco común (tallo de la planta), envuelto exteriormente por túnicas apergaminadas. Cada bulbo tiene su disco, una hoja carnosa y un brote unido al disco. A partir de un bulbo se desarrolla una nueva planta de ajo. Las hojas son lineales, curvadas en forma de artesa y de color verde.

Requisitos climáticos y de suelo

El ajo requiere poco calor y puede cultivarse en otoño o a principios de primavera. Si está bien enraizado, puede soportar temperaturas de hasta -25℃. Debido a su sistema radicular poco desarrollado, el ajo tiene grandes necesidades de agua y requiere una humedad constante del suelo, ya que una humedad insuficiente impide el crecimiento del bulbo. Esta especie prefiere suelos permeables, de textura ligera y ricos en materia orgánica.

Cultivo

Rotación de cultivos

Puede cultivarse después de pimientos, tomates, berenjenas, coles tempranas, pepinos, calabacines y melones. El ajo puede volver a la misma tierra al cabo de al menos 3 años. El ajo no debe cultivarse después de guisantes, judías o cebollas, ya que tienen plagas comunes (ciertas especies de nematodos).

Preparación del suelo

El ajo puede plantarse en otoño o primavera, con una preparación del suelo en otoño. Antes de arar, se puede aplicar estiércol bien descompuesto, pero el ajo prefiere los fertilizantes orgánicos aplicados al cultivo en preemergencia. Los abonos químicos deben aplicarse en función de la dotación del suelo. Antes de plantar, hay que labrar el suelo y después de plantar hay que aplicar un herbicida preemergente.

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Plantación
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El cultivo del ajo puede establecerse en otoño (septiembre-octubre) o primavera (principios de marzo) mediante la plantación de dientes. El material de plantación debe estar certificado, proceder de cultivos que no estén infestados de nematodos y mantenerse en condiciones de humedad baja y temperatura negativa. La plantación debe hacerse a 25-30 cm entre hileras y a 5-10 cm entre plantas por hilera. La profundidad de plantación es de 6 cm en otoño y de 4 cm en primavera. La cantidad de dientes de ajo necesaria para una hectárea varía entre 800 y 1000 kg. Tras la plantación, el cultivo debe regarse.

Control de plagas y enfermedades

Se realiza aplicando tratamientos fungicidas o insecticidas autorizados. Para evitar la aparición de enfermedades o plagas resistentes a los plaguicidas, se recomienda alternar los productos.

Control de malas hierbas

El suelo debe mantenerse suelto y libre de malas hierbas mediante la azada o la aplicación de herbicidas post-emergentes autorizados.

Otros consejos y cuidados

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Un cultivo satisfactorio requiere riego para lograr rendimientos elevados y una calidad superior. Pueden aplicarse 3-4 riegos durante el período de crecimiento del bulbo, en función de la cantidad de lluvia.

Si el ajo empieza a formar tallos florales, éstos deben eliminarse para evitar que la planta utilice recursos en esta dirección.

Tras la emergencia de la planta, se puede aplicar una fertilización equilibrada con abonos químicos u orgánico-minerales. El ajo también reacciona bien a los fertilizantes foliares.

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Cosecha
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El ajo puede cosecharse cuando las hojas empiezan a secarse. Según el calendario, la época de recolección es entre julio y agosto. Las plantas deben cosecharse con cuidado para no destruir las túnicas que cubren los bulbos, y tras la recolección los ajos deben dejarse de 4 a 6 días en el campo para que se sequen.

Tras el secado, los bulbos deben acondicionarse y almacenarse en locales secos y bien ventilados a temperaturas de unos 6℃. Para el almacenamiento a largo plazo, el intervalo de temperatura recomendado es de 0 a 3℃. Puede cosecharse en primavera para su consumo en fresco (ajo verde).

Consejos para cultivar ajos verdes

El ajo verde se cultiva en invierno en zonas protegidas y en primavera en el campo. El cultivo en el campo suele iniciarse en otoño (septiembre-octubre) o a principios de primavera.

El material de plantación debe estar certificado a partir de cultivos libres de nematodos. Si se planta en primavera, el material de plantación debe conservarse a temperaturas entre 0 y 3℃ en locales secos y bien ventilados. Como esquema de plantación, puede utilizarse el mismo para el cultivo de bulbos. Tras la plantación, el cultivo debe regarse para favorecer el enraizamiento. Mantenga temperaturas entre 18 y 25℃ y preste especial atención a la aireación diaria de la parcela.

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